| 4 min | Joaquín Peralta

En su día y, quizás por cierta tara profesional, dediqué un buen rato de mi tiempo, a leer todas propuestas tributarias de los principales partidos políticos. Tengo que confesar que, en algún caso, me sentí transportado a una novela de ciencia ficción y, en otros, a una de terror.
Tras la resaca electoral del 23J es más que probable que nuestro futuro gobierno sea uno de coalición compuesto por PSOE y SUMAMOS a la cabeza y aderezado por unos cuantos más. Siendo esto así, me centrare NO en las propuestas de estos dos partidos, sino más bien en las que echo en falta.
Ambos programas adolecen, en mi juicio, de las mismas carencias en sus medidas tributarias tales como no incorporar prácticamente ninguna que tenga como finalidad amparar los derechos de los contribuyentes, que no lo olviden, somos todos. Pues bien, aunque serian muchos los puntos que incorporaría, me voy a centrar en cuatro:
1. Actualizar los mínimos personales y familiares y proceder a la corrección de los efectos de la inflación sobre la tarifa del IRPF; en pocas palabras, actualizar dos elementos esenciales para adaptar el cálculo de este impuesto a la realidad económica actual.
2. Mejorar la relación de los contribuyentes con la administración, incorporando a la normativa tributaria el “derecho al error”, frenando así el automatismo sancionador al que estamos acostumbrados.
3. Impulsar la inversión en I+D, no tanto con un incremento de sus deducciones, sino estableciendo procedimientos ágiles que le doten una seguridad jurídica total las empresas.
4. Dotar a los Tribunales Administrativos de medios materiales y personales suficientes para resolver las reclamaciones dentro de los plazos máximos establecidos por la Ley.
Espero y deseo que el futuro gobierno encuentre un hueco para mejorar y velar por los derechos de los contribuyentes.
esto, espero y deseo, la esperanza es lo último que se pide, que el futuro gobierno encuentre un hueco para mejorar y velar por los derechos de los contribuyentes, porque señores, sí, un gobierno tiene derecho a exigir a sus ciudadanos el cumplimiento de sus obligaciones, pero creo que también tiene el deber de protegerles adaptando las medidas en materia tributaria a la realidad económica actual.
Finalmente, pero no por eso menos importante, impulsar la cultura de la eficiencia de los procesos en los equipos. Comunicación abierta, metas claras y reconocimiento de logros encaminados a hacer más con menos.